domingo, 23 de septiembre de 2012

Basta de poner la cama #theCofiaDay


Menuda semanita llevamos los enfermeros desde que conocimos, a través de la prensa, la sentencia que inhabilita a una enfermera, durante dos años, por notorio incumplimiento de las funciones de su cargo. 

Aunque desconocemos los porqués que provocaron la apertura del expediente, todo nos hace pensar en una maniobra de la dirección de su hospital buscando sancionar a una "oveja descarriada", más sabiendo que no ha habido denuncia ni por usuarios ni por facultativos

Sin embargo, esta desagradable situación, que inicialmente era algo local, puede crear un conflicto interprofesional enorme teniendo en cuenta lo desmesurado y anacrónico de la sentencia, máxime si lo denunciado es que administró un antitérmico a un paciente con fiebre sin la preceptiva orden médica

Solo hay que leer la noticia en Diario Médico, sus comentarios y la respuesta del Consejo General de Enfermería para hacerse una idea.

Desde que se conoció la noticia se ha formado un enorme revuelo en las redes sociales y no paran de abrirse debates enfermeros, y es que no es para menos.

Todos sabemos como funciona la sanidad y cómo, en multitud de ocasiones, los enfermeros tenemos que actuar adelantandonos a los acontecimientos, para evitar complicaciones, y administrar tratamientos que no serán prescritos inmediatamente. 

Diría sin temor a equivocarme, que más del 95% de los profesionales enfermeros en el ejercicio de su profesión han suministrado tratamientos sin ninguna prescripción, y que nunca han llegado a ser prescritos, aun con la consabida orden verbal y la supuesta orden escrita posterior. Conociendo esta realidad y juzgados con la Ley del 73, todos estos enfermeros estaríamos inhabilitados.  

Y me pregunto yo quién sería entonces el que soportaría a los pacientes desorientados (sin haloperidol pautado), febriles (sin paracetamol pautado), con dolor (sin ninguna analgesia prescrita), insomnes (y así un interminable etc.), pacientes con requerimientos cada 15 minutos, y que el especialista de guardia no quiere ni siquiera saber de ellos, y al que cuando le preguntas, te contesta "el paciente no es mío, que lo vea su médico mañana..." y que como mucho al principio del turno te hace el comentario "...esta noche ya sabes, manga ancha..."

Hay que poner los pies en el suelo y asumir la realidad sanitaria de hoy en día, y esa es que la enfermería decide, asume responsabilidades, lo hace con conocimiento de causa, analizando el diagnostico y el tratamiento prescrito (hecho por el médico), y administra aún sin prescripción previa algunos fármacos como parte de los cuidados enfermeros, con los suficientes conocimentos, y lo hace por el paciente, por su bien, para evitar sufrimientos y esperas innecesarias, porque es la enfermería la que está junto al paciente y no el prescriptor de turno.

Esta sentencia puede ser un cisma en el trabajo en equipo interprofesional, pero es que desgraciadamente y a estas alturas de la película me vais a permitir que no termine yo de creerme eso del trabajo en equipo, en la relación médico-enfermero. Este trabajo se hace de profesional a profesional, de igual a igual, y no de superior a inferior, y es que como escuché hace poco en el hospital "Encima de tratarnos como putas, no vamos a poner la cama", así que habrá que amarrarse los machos porque vienen curvas. 

Por eso es necesaria la modificación y el pleno desarrollo de la Ley del Medicamento que le de cobertura a este tipo de actuaciones que llevamos años haciendo.

Al menos por mi parte, quiero dejar claro que si la ley no me ampara para tomar ciertas decisiones, tomaré otras, seré el que dé los mejores cuidados que estén a mi alcance con los mejores medios que tenga disponibles y los que tengan la mejor evidencia científica sin  ser "ni la secretaria, ni la chacha" de nadie.

De no ser así,...uhmmm..., de no ser así. Algunos (muchos diría yo) dejarían de tener plácidas y tranquilas guardias para pasarse el tiempo prescribiendo cada orden que requiera cada paciente (por muchas malas caras y contestaciones que den).

Quizás ha llegado el momento de poner las cartas boca arriba

Lo mismo ha llegado el momento de hacer enfermerActivismo a la japonesa. Quizás ha llegado el momento de probar que pasaría si, por un día, volviéramos a ser enfermeras del 73. Quizás haya llegado el momento de que toda la enfermería hospitalaria española use mas el teléfono para llamar al especialista que el fonendo. 

Convirtamos el 10 de octubre en el Día de la Cofía

Que ese día, ninguna enfermera haga nada sin una orden médica escrita. Que ese día, ninguna enfermera tome ninguna decisión que no le pertenezca. Que ninguna enfermera asuma responsabilidades que no sean suyas.

Hagamos nuestro trabajo como los firmantes de la sentencia dicen que debe ser.

Nosotros trabajamos de tarde y lo vamos a hacer... ¿y tú?


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viernes, 14 de septiembre de 2012

L´oro parece pero plata no es...

Muchos de los que leen este blog saben que, además de frikis de estos mundos dospuntocéricos, somos enfermeros asistenciales interesados en la investigación, en la EBE y, sobre todo, en las lesiones por presión y otras heridas crónicas (tema del que además somos expertos con título universitario y todo)


Defendemos la evidencia científica como el puntal sobre el que deben sustentarse la mayoría de las decisiones clínicas. Pero decimos "la mayoría" porque es frecuente que situaciones de talibanismo por la evidencia generen un choque entre la realidad diaria y lo que dicen algunos estudios.

Eso mismo pasó cuando se publicó el estudio VULCAN, un ECA que concluía que los apósitos de plata no eran costoefectivos en comparación con los apósitos tradicionales. Algo que vino a confirmar una Revisión Cochrane un poco después.

Generaron un enorme tsunami porque ponían en entredicho, no solo todo lo recomendado con anterioridad por las principales publicaciones y guías de práctica clínica, sino lo que los profesionales observábamos en el día a día: que los apósitos de plata "bien usados" mejoraban ostensiblemente la evolución de las lesiones crónicas.


Sin embargo, las autoridades sanitarias del NHS aprovecharon rápidamente estos estudios para limitar/prohibir el uso de los apósitos con plata (más caros que los apósitos convencionales) 

Es curioso ver como los políticos aprovechan cualquier informe para justificar una reducción del gasto (ahora lo llaman desinversión). En Andalucía paso hace unos años algo parecido con un informe de la Agencia para la Evaluación de las Tecnologías Sanitarias y los colchones antiescaras. 

Sin embargo, en este caso, los propios autores de los estudios anteriores salieron al paso de esta decisión publicando un artículo en la revista Wounds en el que alertaban de la posibilidad de aumentar la morbimortalidad de los pacientes portadores de lesiones crónicas reconociendo las propias limitaciones de su estudio.

Afortunadamente, hace unas semanas se ha publicado un documento de Consenso Internacional sobre el uso apropiado de los apósitos de plata en las heridas, documento distribuido mundialmente en formato webcast, que viene a clarificar la situación y del que recomendamos una sosegada lectura.

La parte negativa es que su elaboración ha sido subvencionada con una beca docente ilimitada de tres grandes de la BigPharma del mundo de las úlceras con lo que, aunque están en todo su derecho de buscar mantener su negocio, alguien lo usará para seguir alimentando la controversia. 

Pero eso da para otro post. Para que nos queden argumentos para otro episodio para la saga. Algo asi como le pasa a James Bond...

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miércoles, 12 de septiembre de 2012

Es más que silencio


Hace unos días, el maestro @manyez publicó una fantástica entrada en la que, con cierto tono melancólico, hablaba del Silencio del DirectivoEn ella comenté que muchos de ellos se quejan de lo fácil que es criticarlos desde la base sin conocer sus quehaceres y sufrimientos.

Pero como la realidad suele superar a la ficción (e incluso a las entradas de los blogs), la crítica, que alguien podría tachar de oportunista, a veces se hace mucho más fácil, si cabe.

Resulta que con motivo de los "ajustes" (que no son recortes) que se están llevando a cabo en el SSPA, nuestra planta de hospitalización sufrió en julio un cierre temporal camuflado en forma de obra, aunque por el silencio directivo parece sine die, del 50% de las camas. Como hay la mitad de pacientes, hace falta la mitad de la plantilla, con lo que la cuenta es sencilla: no es necesario contratar profesionales sustitutos para la cobertura de las vacaciones reglamentarias.

Independientemente de la interpretación moral que podamos darle a la medida, no deja de ser una medida plausible que busca ahorrar unos cuantos euros en el maltrecho Capitulo I del hospital.

Incluso alguien podría pensar que es una medida calculada en tiempo y forma con la idea de adecuar las plantillas a la demanda asistencial y seguir ahorrando mientras el Servicio de Urgencias sea capaz de asumir la presión generada por la falta de camas disponibles.

Sin embargo, resulta que, como la mayoría de profesionales toman sus vacaciones en julio y agosto, al llegar septiembre, hay profesionales de más.  Podríamos sacar la conclusión de que la medida ha sido una improvisación propia de un sistema que solo gestiona apagando fuegos, pero que cada uno saque las suyas.

Igualmente sería plausible que, como consecuencia de esta sobredotación de profesionales, algunos tengan que hacer turnos en otras unidades del hospital. Es sensato pensar que si sobran en una unidad, y más en estos tormentosos momentos, faltarán en otra y que los recursos están para ser gestionados.

Pero lo que no es de recibo es que, la modificación de los turnos y servicios se haga solo en una hoja de papel sin que nadie avise directamente a los profesionales. No es de recibo que tenga que ser una cadena de mensajes entre compañeros el medio para comunicarlos.

Lo que no es de recibo es que a las 21:50, hora en la que se está publicando este post y hora en la que llego para que me den el relevo, nadie de la vertical estructura enfermera que hay sobre mí me haya comunicado (y mira que hay a estas alturas vías disponibles para comunicarme algo) que hoy trabajo en otra unidad, que hoy no trabajo en La Jungla con mi compañero @carlosnunezo. Lo ha tenido que hacer una cadena de mensajes. 

Por responsabilidad y compañerismo iré a la otra unidad. Porque si hago como que no me he enterado (una acción que alguien habrá contemplado), se quedaría un enfermero solo para 33 pacientes.

Por eso pienso que no es silencio. Es mucho más que silencio. Es incapacidad para asumir las responsabilidades propias del cargo. Es miedo a asumir la responsabilidad de contestar a preguntas simples como ¿por qué yo?

Todavía habrá alguien que diga que no entiende el porqué de tanto hastío...


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sábado, 1 de septiembre de 2012

Winter is cooming


Éste es el lema de la Casa Stark, una de las poderosas familias de los 7 reinos de la serie de televisión Juego de Tronos además del título del capítulo piloto de la famosísima serie.


Pero no es que vayamos a cambiar la orientación del blog (o sí) para hablar de cine. La cuestión es que en la serie, cada familia tiene un lema que lo representa y Los Stark, que son los guardianes del norte, cuando dicen que se acerca el invierno se refieren a que se avecinan tiempos difíciles. 

Y en estos momentos, éste es que es un lema que nos viene ni que al pelo.

Ya en mayo se anunciaba que los meses venideros serían duros.

Las medidas del gobierno central atacando a "lo público" y culpabilizando al funcionariado, aumentando su jornada laboral y recortando prestaciones y sueldo no presagiaban nada bueno.

La posterior modificación del sistema de copago farmacéutico y la exclusión de 417 fármacos de la financiación pública dieron un golpe certero sobre las maltrechas voluntades de los profesionales sanitarios.

El golpe a la universalidad de nuestro sistema con la exclusión de la atención a inmigrantes con más que dudosas justificaciones (en el blog de Médico Crítico lo explican muy bien)  y las posteriores campañas en contra de la medida como ésta, ésta o ésta otra terminaron de ponernos mal cuerpo, aunque siempre quede la opción de ponerse de lado (Sergio Minué lo cuenta muy bien en esta entrada).

Pero no es cuestión de buscar buenos y malos porque, aunque la Consejería se desmarque de algunos asuntos como el copago o la atención a los inmigrantes (los políticamente más comprometidos) sigue con duras medidas de ajuste que, además de mermar voluntades, está devolviendo el mando a las tradicionales estructuras de poder.

Ya son varios los centros donde, lejos de aplicar el aumento de jornada de forma consensuada y razonada y de gestionar en tiempos de crisis con imaginación y eficiencia, se tira por lo fácil, que es sacar tijera y recortar. Y en muchos centros se están amortizando cargos intermedios de enfermería (aquellos que eran tan importantes en el borrador del Decreto de las UGCs) con el consiguiente conflicto.

Y para poner la guinda, desde septiembre, TODAS (sin entender de servicio, unidad o función) las sustituciones se harán al 75% de jornada con lo que, o se reducen prestaciones o se reducen prestaciones porque los hospitales abren 365 días y 24 horas diarias.

Siempre nos queda el consuelo que esto no ocurre solo en Andalucía que, según @sombradue, en otras comunidades también andan contentos.

Así que abríguense que el invierno se acerca.





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