jueves, 12 de diciembre de 2013

Repensando el Manifiesto Abla 2010


Hace unas semanas nos desplazamos a Abla, invitados por Maite Martinez Lao y la gente del Living Lab de Abla, con motivo de la VI Conferencia de Espacios Sociales de Innovación.

Cuando alguien está plenamente convencido de algo, es capaz de defender esas ideas hasta puntos inimaginables. Y eso es lo que hace la gente de Abla con el Manifiesto que parimos entre unos cuantos frikis hace ya 3 años.

Por ese motivo, en mitad de ese evento metieron una mesa para debatir sobre el Manifiesto Abla a la que nos invitaron como ponentes (aunque en el formato final no hay ponentes ni nada parecido).

Tan convencidos están que, bajo la excusa de redefinir el Manifiesto Abla, juntaron en ese pueblo singular a gente como Alberto Ortiz de Zarate, Manuel Bayona, Jose Luis Gutierrez, Mariano Hernan, Rosa Mª Nieto, Miguel Ángel Manyez, Juany Olvera, Paco Fernadez, Carlos F. Oropesa y otros muchos más. Para nosotros fue un placer y todo un honor participar.

Hablamos, debatimos e hicimos nuestras propuestas que se han incluido, como no podía ser de otro modo, en este documento compartido y público para que cualquiera pueda participar en decidir cuál es la estrategia a seguir para llevar el espíritu del Manifiesto más allá del papel.

Nosotros lo tenemos claro, propusimos crear un COMPROMISO para que cualquiera pueda suscribirlo individualmente asumiendo los principios del Manifiesto y para poder llegar más allá, propusimos alojar dicho compromiso en alguna de las webs de recogida de firmas como Change.org para transformar dicho compromiso en una especie de Iniciativa Legislativa Popular para poder llevarla a instituciones como ayuntamientos o parlamentos (el andaluz el primero), a partidos políticos (o sus fundaciones) y otras instituciones. Nuestra propuesta consiste en diseminar los principios del manifiesto a toda la opinión pública pero, fundamentalmente, allí donde se toman decisiones.

Pero como nuestra opinión no es la única ni es infalible, os animamos a todos a participar en el documento para que hagáis vuestra particular aportación.


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martes, 10 de diciembre de 2013

Donde no hay sangre, no hay morcilla


Cada vez son más las enfermeras que se mojan y aportan sus reflexiones en esto que se supone que es la Blogosfera Enfermera, tanto que cuesta seguir todas las publicaciones y estar presente en todos los debates que se generan.

Aunque es prácticamente imposible seguir las publicaciones de los 49 blogs enfermeros que Wikisanidad tiene censados (además de los no enfermeros que cada vez son más ;)), es indiscutible que de un tiempo a esta parte ha aumentado el nivel, la cantidad y la calidad de las conversaciones.

¡Tranquilos, no vamos a hacer ningún decálogo ni nada parecido. Los que nos leen saben que no nos gustan!

Algunos posts, fundamentalmente de aquellos que llevan más tiempo en ésto y saben tocar las teclas correctas, se mantienen vivos durante semanas generando decenas de comentarios que terminan derivando en documentos de edición compartida, análisis DAFOs y iniciativas colaborativas.

En todas ellas participamos de una u otra forma llevados por una emoción especial. Por la autogenerada sensación de que las entrañas de la profesión está en carne viva y que algo se está moviendo.

Pero como hemos dicho otras veces, la realidad se muestra tozuda y nos hace, con mucha frecuencia, quizás menos de la deseada, bajarnos de la nube en la que nos montamos cuando nos juntamos virtualmente unos cuantos "apasionados".

Después de disfrutar con interés de la conferencia que Juan F. Hernández Yañez dió a estudiantes de grado, de leer con fruición, y no menos interés, el debate que había generado el post: "las peleicas" entre médicas y enfermeros" (el inigualable Serafín juega hasta con los sexos) y sus 96 comentarios sobre algo más frecuente de lo que muchos creen, o de ver como la gente se moja en una iniciativa como #cuidadosybits, va uno, levanta una sábana para valorar a un paciente recién ingresado y se encuentra esto:


¿Cómo podemos hablar de liderazgo, de gestión, de evidencias, de cargas, de otras mil cosas si lo más mundano, lo más normal de nuestro trabajo no lo hacemos bien? ¿Cómo podemos seguir debatiendo sobre el Sexo de los Ángeles a la vez que no hacemos las cosas bien?

A partir de aquí se amontonan las preguntas... ¿Está el grueso de la profesión preparado para lo que nosotros creemos que está? ¿Quiere el grueso de la profesión ser otra cosa diferente de lo que es? ¿Sirven para algo nuestras disquisiciones? ¿Entendemos todos lo mismo por enfermería? 

Quizás no haya respuestas. Quizás es qué en nuestra profesión y entre las enfermeras, como en muchas otras cosas, hay más de una velocidad. 

O quizás es qué, como nos dijo hace poco Antonio Oliva, alcalde de Abla, todo esto que hacemos no sirve para nada porque donde no hay sangre, no hay morcilla.


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martes, 26 de noviembre de 2013

The Show Must Go On


Ayer fue, extraoficialmente, mi último día en #lajungla. Espero que, pese a que me voy, me guardéis mi sitio. Los que me conocen bien saben que la supervisión no es un fin sino el medio para seguir tratando de mejorar nuestraorganización desde dentro y seguir con el #enfermerActivismo.

Tristemente, en #lajungla ya no quedaba mucho margen de maniobra. Desde hace meses Carlos y yo coincidíamos en que había llegado el momento de emancipar a las viejas glorias jungleras y a los últimos fichajes; entre todos deberán tomar el testigo… aunque lo grande de #lajungla es su espíritu redárquico.

Han pasado 10 años desde aquel 1 de junio en el que llegué hecho un pipiolo “enterao” y redicho, con más ganas de aprender que bagaje, y me voy igual de “enterao” (que le gusta llamarme así a Inma) pero más hecho (y más “repuestito” según Maite). En estos 10 años he madurado, he crecido personal y profesionalmente mucho más de lo que me imaginé cuando llegué, en definitiva soy mejor persona y, sobre todo, mejor enfermera.

Gran parte de lo que hoy soy (si es que soy algo) se lo debo a mi madre (los que la conocieron saben cuánto nos parecemos y cómo era de “enterá”), a mi mujer y mi familia (que siempre han sabido aunar apoyo y crítica a partes iguales) pero también a #lajungla y a su gente. Esa gente maravillosa que ha sabido soportar estoicamente mis puyas (siempre ácidas, siempre socarronas, a veces no entendidas pero “casi siempre” bienintencionadas), mi vehemencia (que a veces pareció arrogancia), mis regañinas y mis sermones (perdóname Leo por ser tan “jartible”), mis locuras y mis disparatadas iniciativas, mis propuestas y mis cambios casi sin proponer ni consultar (Ah!! ayer pedí que nos pusieran un teléfono en la farmacia).


Muchísimas gracias a todos los que en estos años me han enseñado más de lo que creen. De todos he aprendido algo. De todos!! Y es justo decir que del que más he aprendido es del que hasta ayer ha sido y seguirá siendo mi 50%. Carlos me ha enseñado a no encenderme con tanta facilidad, a respirar hondo, a que es mil veces más práctico y efectivo responder con un silencio y un leve ladeo de cabeza (solo él sabe hacerlo con maestría). Ah!! También me metió en esto del 2.0 (ayer hicieron 4 años desde que abrí mi cuenta en Twitter®). 

Esté donde esté, nunca me importará volver a la que, en estos años, se ha convertido en algo más que mi lugar de trabajo, a la que ha sido como mi casa.


Muchas gracias a todos. Aunque no me voy muy lejos… os echaré de menos.


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martes, 19 de noviembre de 2013

Eyes Wide Shut


Aunque puede que muchos de los lectores de este blog no lo sepan, desde hace poco tiempo, en Andalucía tenemos una nueva Consejera de Salud.

Después de unos cuantos años, Mª Jesús Montero ha dejado la cartera de Salud para pasar a asumir la responsabilidad de Hacienda. El tiempo dirá y evaluará de forma más justa (en las circunstancias actuales es difícil ser justo y ecuánime) cuánto bueno y cuánto malo hizo en su periodo.

Su sustituta es Mª José Sánchez Rubio, que es la primera persona que ocupa esa responsabilidad sin ser médico, aunque también es la primera vez que la consejería suma a las competencias en material de Salud no solo las de Políticas Sociales sino las de Igualdad.

A priori, buenas mimbres para una nueva consejera bastante activa en Facebook y en  Twitter (aunque interaccione poco), que tiene un Blog (que no se actualiza desde la nueva responsabilidad) y que en la inauguración del II Congreso de ASENHOA dijo cosas que a la enfermería le suenan a cantos de sirena.

Sin embargo, también hay sombras en este corto periodo que afectan a las dos esferas principales de los editores de este blog: la enfermería y lo 2.0.

A nivel enfermero nos hemos quedado sin Directora de la Estrategia de Cuidados, figura sobre la que pilotaba gran parte del desarrollo enfermero de Andalucía. Y nos hemos quedado sin esa figura con muchas cosas por hacer y otras muchas a medio hacer. Pero lo que es peor es que no parece que haya voluntad política de que vuelva a existir dicha figura. Sigue habiendo enfermeras en los servicios centrales haciendo cosas pero sin un líder claro que haga de referente. Si esto quedara así, se avecinan malos tiempos para el desarrollo enfermero en una estructura donde los principales puestos de responsabilidad y capacidad de decisión están copados por médicos y que, por tanto, van a ver la realidad solo desde ese punto de vista.

En lo dospuntocérico tampoco hemos empezado bien y posiblemente estemos peor. 

Justo antes de las elecciones, un grupo de profesionales inquietos fuimos llamados a Consejería para contarnos un interesante proyecto de transparencia, de interacción (con los profesionales y con la ciudadanía) y de apertura de una organización habitualmente opaca, un proyecto que terminó siendo Red Salud Andalucía y que, entre otras cosas, es el responsable de la Guía de Usos y Estilos en RRSS del SSPA.

Sin embargo, hace un par de semanas tuvimos conocimiento de que este proyecto pasaba a mejor vida. O, al menos, esa ha sido nuestra sensación al saber que las personas que estaban tras los tuits, las publicaciones, los emails (detrás de todas estas cosas siempre hay personas) y en muchas ocasiones tras el teléfono, habían dejado su puesto (por unas razones o por otras) dejando el proyecto en vía muerta.

Y como en el caso de la DECA, sin visos de que ese puesto lo vaya a ocupar nadie a corto plazo o, al menos, nadie con el perfil y, sobre todo, la actitud 2.0 de las personas que lo venían ocupando.

La consecuencia fundamental es que nuestra organización, que había dejado de ser un cíclope que veía por un solo ojo, ha cerrado una gran ventana para volver a mirar solo por la mirilla.

Mientras no lo remedie, solo verá parcialmente y de forma parcial (que parece lo mismo pero no lo es) lo que ocurre y se debate en las redes. Y como puede verse en la famosa entrada de Ruth Molina sobre los minijobs (incluso con impacto en prensa), en la de Rosa Nieto sobre la Enfermería para el siglo XXI (que ha generado un documento colaborativo con aportaciones muy interesantes) o en la de Cuidando sobre el papel de Enfermería en los Ensayos Clínicos (casi todas las de estos máquinas generan muchas aportaciones interesantísimas), en algunos blogs enfermeros andaluces se debate y mucho.

Mientras tanto, no sabrá qué es real o qué es producto de su imaginación, de sus deseos o de sus fobias, como en la obra maestra del cine que da título al post.



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lunes, 11 de noviembre de 2013

Una Imagen Relevadora


Una de las revoluciones más importantes del auge de los teléfonos inteligentes es que casi todos llevamos un proyecto de fotógrafo dentro. Unos con más acierto y otros con más voluntad, todos tratamos de captar en imágenes lo que nos sucede en nuestro alrededor a diario.


Y eso hice yo el pasado día 8 a la hora del descanso del  II Congreso de la Asociación de Enfermeras Hospitalarias de Andalucía (ASENHOA) cuando tomé esta foto.

ASENHOA es una asociación que está llamada a tener una relevancia fundamental en los designios de la enfermería andaluza y que congregó de forma muy exitosa (mi más sincera enhorabuena!!) a más de 400 personas en el evento. Una casualidad que Danone fuera uno de los patrocinadores.

Antes de ese momento, las dos ponentes anglosajonas Anne Marie Rafferty (que nos contó algunos resultados del estudio RN4Cast) y Tracie Miles (que nos contó su experiencia como enfermera especialista) nos habían dado una lección de qué es lo que tiene que hacer la enfermería: establecer alianzas, diseñar una estrategia, medir resultados, participar en los órganos de decisión política, etc.

Sin embargo, la primera ponente española, Catalina Barrientos, nos transmitió un mensaje de los de antes de los de siempre, la responsabilidad de la situación de la enfermería es de los profesionales de base. Su ponencia sobre Liderazgo Enfermero se centró en decir que los profesionales de base deberían hacer un mayor esfuerzo (como si no se estuvieran esforzando ya bastante en las circunstancias actuales) y que deberían tener más compromiso (con qué ligereza se han traducido en los textos de gestión los términos Commitment y Engagement) a la vez que nos mostraba una foto de su equipo (formado por el gerente, el director de procesos, el director médico y el director económico-administrativo). Una ejemplarización, tanto o más que la foto, de lo necesario que es un relevo generacional entre los que deberían planificar el destino de la profesión.

Me sonó tan rancio y tan falto de autocrítica por lo que representaba, la élite gestora enfermera andaluza, que tuve que levantarme y preguntar si no creía que en su mensaje faltaba eso, autocrítica. Su respuesta fue, de nuevo, ejemplarizante. No solo no hacía autocrítica sino que se defendió con la más vieja de las defensas: vivimos realidades distintas y la mía no la comprendéis.

Como era de esperar, mi intervención no gustó demasiado a una parte de la organización y mucho a una gran parte de la asistencia.

Y la siguiente mesa, en la que se hablaba sobre las Especialidades Enfermeras, y la conversación posterior, en la que se puso de manifiesto la "chapuza" que se ha hecho con ellas, solo vinieron a confirmar la necesidad de copiar mucho de lo que se ha hecho muy bien en la enfermería anglosajona y del desastre que ha sido nuestro desarrollo (laboral, académico y profesional) en los últimos años.

Por eso, reitero mi sensación de falta de autocrítica de todos aquellos que nos han llevado a este callejón sin salida que tan bien describe Serafín en su blog

Por eso creo que es necesario un relevo generacional. Y siguiendo con el mensaje que transmite la foto, prefiero que mi futuro lo decida alguien que cada mañana toma Actimel® antes que alguien que toma Densia® Forte. Nada tiene que ver con la edad sino con la actitud con la que se enfrentan a cada día.


El autor de este post no tiene ningún tipo de interés en promocionar o comercializar los productos que se nombran.

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viernes, 1 de noviembre de 2013

Que Viva Zapata!!



Después de casi 6 meses ayer fue, al fin, el día D.

Después de la triste experiencia vivida en junio con la anulación de una de las convocatorias a Supervisor a las que nos habíamos presentado, creíamos que este día no iba a llegar.

Habíamos hecho todas las cábalas imaginables y habíamos pensado en todos los escenarios posibles. Son muchos años bregando como para no esperar un revés en el último momento.

Sin embargo, y casi por sorpresa, hace una semana nos convocaron para defender nuestro proyecto de gestión, ese que presentamos siguiendo los pasos de la convocatoria, allá por junio y que podéis ver aquí.



Como somos gente ordenada, ya teníamos la presentación medio preparada. Pero para terminar de prepararla hemos tenido que dejar unos días el Trabajo Fin de Master en stand-by y posponer un par de post, uno de ellos sobre nuestra reunión para reeditar el Manifiesto Abla.

Creemos que ha merecido la pena el esfuerzo, ya que la presentación sintetiza bastante bien el grueso del proyecto y muchas de las cosas que siempre hemos defendido (y seguiremos defendiendo).


La cuestión es que, cosas del destino que es así de caprichoso, es posible que antes de lo que pensábamos (y de lo que muchos querrían) pasemos a formar parte del Staff.


Ya no hay más excusas, ya no hay otra salida. Ahora toca, como dijimos hace 2 posts,  hackear el sistema desde dentro.

Que viva la revolución!! Que viva Zapata!!


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martes, 15 de octubre de 2013

Y qué quieres que yo haga...

Imagen de JtoroSantiago en Instagram

Hace unos días conocimos, gracias a un enlace en twitter, un blog sobre gestión en enfermería publicado por Leticia San Martin Rodriguez, una joven enfermera navarra con un curriculum envidiable (solo hay que echar un vistazo a sus publicaciones) y que ya considero un #imprescindible.

Su última entrada es especialmente interesante ya que plantea varias preguntas que todos aquellos que leemos con fruición sobre enfermería y gestión, nos hemos planteado alguna vez.

La que da título al post ¿Está la gestión de enfermería a la altura? me hizo acordarme de un artículo de 2005 (qué lejos queda ya) titulado "De gestoras de recursos a gestoras de cuidados: opiniones y expectativas de las supervisoras sobre su nuevo rol profesional" realizado por Joan Carles March basado en un trabajo de investigación y que concluía que el rol de las supervisoras estaba cambiando de un rol de gestoras de recursos a un rol de gestoras de cuidados.

Cuando lo leí entonces me sonó a música celestial. Pensar que los cargos intermedios dejarían de estar embarrados en cuadrantes, pedidos y excusas para no conceder los permisos me pareció un salto cualitativo en ese rol enfermero.

Pero tras casi 10 años de aquel artículo, un experto universitario, un máster en gestión y un trabajo fin de master sobre liderazgo enfermero, tengo que decir que aquella música celestial no ha llegado a concretarse en nada o, mejor dicho, se ha concretado precisamente en la nada. A fecha de hoy no tenemos ni gestores de cuidados ni gestores de recursos, sino un grupo heterogéneo de profesionales, algunos my buenos y otros muy mediocres, atenazados, como en 2005, por cuadrantes (más ahora con contratos al 75%), pedidos (cuando los hacen y si los hacen bien) y excusas, ya no solo por los permisos sino para cubrir su incompetencia (el que es incompetente).

Mucho le queda a la enfermería española para completar ese cambio de ciclo aventurado en el artículo de Joan Carles y que, de alguna manera, cuenta Leticia en su post.

Tristemente, la mayoría de las veces la realidad es muy testaruda y se impone a nuestras teorizaciones, nuestras pretensiones y nuestros anhelos.
No se puede pensar otra cosa si cuando vas al estante a buscar un producto básico para el cuidado de las úlceras por presión, no hay; vas a buscar un paracetamol oral en una planta de medicina interna y no hay, o a buscar una aguja para cargar medicación y tampoco hay, y tu supervisora lo único que sabe es contestar con un lacónico "y qué quieres que yo haga?"

Por eso, la única conclusión posible es que algo se ha hecho y aún estamos haciendo mal (todos somos responsables de una manera o de otra).

viernes, 4 de octubre de 2013

Hackin´ the system!!


Este post debería haber sido publicado en mayo cuando el blog cumplía 3 años de vida (que se dice pronto) pero por una cosa o por otra, se pasaron las semanas y terminó oxidado en un rinconcito. Afortunadamente existe una cosa que se llama borrador...

La otra noche al escuchar al genial Julio Mayol en el primer Teku del nuevo curso, no se porqué pero me acordé de él. A veces me parece mentira lo lejos kilométrica y académicamente que estamos de Julio y lo cerca que estamos en otras muchas cosas.

La cuestión es que, como bien decía Julio y como decíamos en el borrador de este post, en este periodo hemos hecho casi de todo. Hemos sido evangelistas y evangelizadores, hemos sido promotores de cosas y co-participes de muchas otras, hemos divulgado y hemos propuesto ideas, hemos sido generadores de debates y hemos creado iniciativas, nos hemos quejado (lo hemos hecho mucho) y hemos criticado (lo hemos hecho todavía más). 

Sin embargo, a parte de haber hecho muchos y muy buenos amigos y haber aumentado los enemigos (si por nuestra elocuencia teníamos pocos ^_^), en lo cotidiano, en nuestra empresa, en nuestra organización, hay que reconocer que el impacto real de todo esto ha sido mínimo.

Es cierto que este periodo nos ha permitido crecer personal y profesionalmente (algo muy gratificante y que te sirve para viajar mucho), pero lo único que ha conseguido es que ahora tengamos más hambre de cambios que antes.

Ya no nos consuela ser early adopters, ni tener la espalda llena de flechas, ni siquiera remover conciencias. Ya no nos llena el postureo 2.0.

Queremos más. Creemos que ha llegado el momento de recoger resultados. Ya hemos evangelizado lo bastante como para intentarlo. Hay suficiente masa crítica como pasar del discurso grandilocuente a la acción. Cada uno en su ámbito, cada uno dentro de sus posibilidades, pero acción al fin y al cabo.

Ya lo están haciendo en otros ámbitos. Las propuestas de Cesar Calderón para cambiar la forma de entender la política o el "Compromiso del Innovador Público" (como no iba a estar Alberto Zarate III detrás) van en esa línea.

Pero en salud llevamos algo de ventaja que tenemos que aprovechar. Julio es un ejemplo claro de que se puede pasar a la acción y recoger resultados (aunque sean pocos) que sirvan para cambiar las cosas (aunque sean pocas). Los fisios, su FSR y su Fight Club son otro buen ejemplo. Lo que está haciendo Manolo Bayona en Granada es otro ejemplo de que queriendo y estando en el sitio adecuado, se pueden tener resultados.

Lo mismo es cuestión de actualizar, remozar y relanzar el Manifiesto Abla 2010 y convertirlo en nuestro propio compromiso.

La cuestión es que ya no me basta con ser troyano, ahora quiero HACKEAR EL SISTEMA (desde dentro)!!



PD: Disculpad por el montón de enlaces. La entrada original era un resumen de las entradas más visitadas y a las que más cariño tenemos de estos 3 años.

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miércoles, 25 de septiembre de 2013

Mamá, en el curro me llaman antisistema


La Escuela Andaluza de Salud Pública es un referente nacional e internacional en formación sanitaria desde hace muchos años. No en vano, lleva formando a los profesionales sanitarios e investigando sobre temas de gran interés desde su creación en 1985.

Muchos han pasado por sus aulas, sus programas formativos o sus despachos gracias al acuerdo de colaboración-financiación entre el SSPA y la escuela, llegando incluso a ser considerada por muchos y durante mucho tiempo como la Napola del Servicio Andaluz de Salud, ya que todo aquel que quería ser alguien en la organización debía pasar antes por sus instalaciones.

Por nuestras andanzas blogosféricas y dospuntocéricas hemos ido en más de una ocasión a la escuela y hemos conocido personal o virtualmente a muchos de sus miembros, como Mariano Hernán, Joan Carles March, Mª Ángeles Prieto, Martín Blanco, Juan Ortiz o Sergio Minué.

Este último, además de ser un bloguero sanitario cuyo blog es de los imprescindibles, codirige un Experto de Gestión Sanitaria, en este curso celebra su XVIII edición, que siempre nos ha parecido una referencia si quieres formarte en gestión "de verdad".

Como somos gente inquieta que defiende la necesidad de formarse en gestión antes de asumir alguna responsabilidad, hace 3 años solicitamos una plaza. 

Para que la formación sea financiada como trabajador del SSPA, la solicitud debe ir acompañada de informe positivo por parte de cada gerencia. Y como era de esperar, en ese intento nos denegaron la inscripción sin mediar explicación. Insistimos un poco y nos dijeron que ese tipo de actividad formativa tan específica va dirigida a profesionales con un perfil competencial concreto y que el nuestro no encajaba (no encajar en el perfil oficial nunca fue una sorpresa). El nuestro no encajaba pero sí lo hacía el del recién nombrado Director Médico del Área, que fue el inscrito en ese mismo experto (con poca publicidad y mucho sigilo). 

Inicialmente no nos lo tomamos mal. Aún no compartiendo el argumento, entendimos que era una excusa razonable. Por eso decidimos formarnos de nuestro propio pecunio haciendo el Máster de Gestión de Servicios de Enfermería de la UNEDNos molestó algo más aunque tampoco dijimos nada cuando supimos que, aunque cumplía con el perfil, el ya dimitido Director Médico de entonces mostró no tener mucho interés y abandonó a los el Experto pocos meses.

Este verano, ya que estamos terminando el Master de la UNED, decidimos volver a intentarlo. Volvimos a cursar nuestra preceptiva solicitud en tiempo y forma.

Y de nuevo, sin que esto nos sorprendiera, nos la volvieron a denegar. Como ha pasado el tiempo y nuestra situación no es la misma, esta vez sí nos contestaron con una explicación. La crisis económica, la falta de crédito para la formación externa y la necesidad de concedernos permisos de formación para acudir a Granada en los días de actividad presencial parecían argumentos suficientes. 

De nuevo, aún no compartiendo el argumento, entendimos que era una excusa razonable. De algún modo lo esperábamos. Dos shuflas como nosotros cómo van a conseguir algo en esta organización solo a la segunda ocasión... habría que esperar al año siguiente.

Sin embargo, cuál ha sido nuestra sorpresa al tener conocimiento que nuestro AGS sí está dispuesta a financiárselo a otra profesional, que da la casualidad que es la que más días de permiso de formación ha tenido en los últimos años y que se inscribe en un Master (cuyo coste es casi el doble del experto de Sergio Minué) que nada tiene que ver con su especialidad (es médico, claro!!). 

Cuando el solicitante cumple el perfil de ser dócil, obediente y sumiso, las competencias o las razones presupuestarias pasan a un segundo plano. Y en el extremo opuesto, si encima de ser de la clase "enfermera shufla" eres inquieto, crítico e incluso respondón,  qué puedes esperar...

Después alguien se rasgará las vestiduras si nos desahogamos en el blog y decimos aquello de comprometidos SI pero contigo NO

Será que somos antisistema. Lo mismo hasta somos el anticristo y aún no lo sabemos ;-))


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lunes, 23 de septiembre de 2013

Genio y figura hasta la sepultura... aunque sea 2.0


Hemos tardado en publicar nuestra aportación al #CarnavalSalud de septiembre en el que ya van 56 publicaciones y donde posiblemente aportemos poco.

Hemos tardado porque hemos estado totalmente absorbidos por la organización de unas jornadas científicas (escribiremos un post con nuestras sensaciones) y porque, siendo sinceros, el tema nos pone poco. Creemos que no deja de ser un debate artificioso creado de forma interesada por dos poderes muy distintos.

Al igual que con el tema de los sellos de acreditación o con los rankings, este debate esta siendo creado por aquellos que, de alguna manera, necesitan separar la parte profesional de la parte personal por un interés manifiesto o soterrado.

Por un lado está toda la industria del marketing (principalmente el de la Big Pharma) que hasta ahora se había manejado muy bien con la captación de generadores de opinión y los KOL (el libro de Federico Relimpio lo retrata bastante bien) y al que, de pronto, la irrupción del 2.0 y la enorme democratización del acceso a la información y la desmitificación de la figura del profesional referente la había dejado un poco fuera de juego.

Ellos son los primeros que necesitan de perfiles eminentemente "puros" profesionalmente hablando. Son los primeros que hablan de "marca". Por eso tratan de crear la sensación o hacer creer que es necesario mantener un perfil profesional de forma que las opiniones vertidas desde esos perfiles, sobre todo los que hayan sido "fichados", no puedan ser cuestionadas o rebatidas por cuestiones accesorias y no profesionales. En su forma de entender el negocio (para nada criticable), no cabe la posibilidad de que alguien que habla de sus productos en un congreso publique fotos en #instagram de las cosas que hace en los descansos del congreso.

Por otro lado están las empresas contratadoras, fundamentalmente la empresa pública (la empresa privada directamente fiscaliza). La enorme posibilidad que da el mundo 2.0 para opinar, debatir y compartir genera más recelo que emoción por parte de las entidades que, hasta este momento, lo tenían todo más o menos controlado.

De ahí que, bajo el constructo de los riesgos para el profesional, generan guías de buenas prácticas, normas de uso, etc, que, fuera de los perfiles corporativos, vienen a tratar de poner vallas a un campo que no las tiene.

Para nosotros, la actividad 2.0 no es mas que una prolongación de nosotros mismos y, por tanto, separar lo que somos en varias partes nos parece, además de añadir un esfuerzo considerable al que ya hacemos, algo innecesario y que le quitaría la gracia a todo esto.

Al igual que en nuestra vida real no podemos dejar de ser quién somos ni lo que somos, en muestra versión digital ocurre lo mismo. Realmente eso es lo que nos hace singulares. Si todos fuéramos geniales enfermeros, médicos o periodistas y no aportáramos nuestra parte personales, esto sería muy aburrido. 

Ninguno de los perfiles que seguimos y admiramos seria lo mismo sin su toque personal.
Salva Casado no sería quién es sin sus haikus. Iñaki no sería nadie sin sus #sábadosabadete ni sus #hastaaquipuedoleer. Serafín no sería el mismo sin su sensatez. Julio Mayol no sería nada sin sus preguntas incómodas. Rafa Timmermans sería muy aburrido sin sus ganas de debatir. Manyez sería un directivo del montón sin su sencillez y cercania. Rosa Mª Nieto no sería ella sin su romanticismo. Mónica Moro no sería ella sin sus macarrons. Y así hasta el infinito...

Nuestra marca personal y la profesional no pueden separarse porque el resultado seria otra cosa distinta. Cada cual dosificará las aportaciones en función de sus necesidades, de sus intereses o de su disponibilidad. El que quiera tener dos perfiles (a estas alturas quién tiene solo dos perfiles??) que los tenga.

Pero no dejemos que nos metan con calzador la idea de que, por nuestra salud y nuestra seguridad, no podemos publicar en el mismo perfil una publicación enfermera, una opinión política, una crítica ácida, una foto de la playa, una quedada del trabajo o una noticia impactante porque nosotros lo hacemos y seguimos aquí.

Dejemos que el 2.0 se autorregule. Sigamos siendo auténticos. No perdamos el norte por ser lo que no somos.



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miércoles, 14 de agosto de 2013

Que sepas que ser eres...


Aunque estamos disfrutando enormemente de estos días de asueto y abulia (le he robado el piji-palabro a Taite de este estupendo post) seguimos navegando a ratos y observando el correr del mundo que nos rodea.


Mientras meditábamos sobre la famosa foto del Pacto por la Sostenibilidad y la Calidad del SNS, lo vacío del mismo (como bien explica Manyez en este post), el porqué de la puesta en escena (que también explica Juan F. Hernández en este post), los verdaderos intereses del pacto (también muy detalladamente explicado por Juan F. Hernández en este otro post) y en la poca representatividad enfermera de los autodenominados interlocutores (i)legales de la enfermería (teóricamente Satse solo representa a sus afiliados y votantes y el Consejo tiene un enorme problema con el frente levantino y con las CCAA, donde la colegiación no es obligatoria como Andalucía), hemos tenido conocimiento de una terrible noticia.

La Audiencia Provincial de Valencia (de nuevo viene de la Comunidad Valenciana una terrible sentencia para enfermería) ha condenado a dos enfermeras y una farmacéutica a penas de cárcel por negligencia con resultado de muerte. Además de leer la noticia en este enlace del periódico El País, recomendaría echar un vistazo a los más de doscientos comentarios.



Una vez dictada la sentencia, da igual que dudemos de la proporcionalidad de la pena para las dos enfermeras (la negligencia es innegable) como ha hecho el Cecova con esta nota de prensa a toro pasado, que nos excusemos en la posible bisoñez de las profesionales como causa de los problemas de seguridad (como se hablaba en la iniciativa con L de enfermera), de la responsabilidad de la organización (tan bien explicado en este post de ImagineFarma) o la falta de cultura de seguridad (de nuevo Juan F. Hernández en este otro post), lo que nos tiene que quedar meridianamente claro es que las enfermeras, quieran o no, mediante la acción o la inacción, de forma consciente o inconsciente, de forma directa o delegada, somos RESPONSABLES de TODO lo que le ocurra a los pacientes que atendemos mientras estamos ejerciendo.

Da igual que muchas enfermeras se pongan de costado, que eviten pronunciarse sobre el tema o eviten la posible confrontación (con la excusa del buen clima laboral y del trabajo en equipo) ante posibles errores/discrepancias en las indicaciones, esta sentencia deja bien claro (y que se condene también a la pobre técnico auxiliar de cuidados que solo trasladó los viales es definitivo) que todo aquel que participe en un proceso negligente es corresponsable.



Por eso, a toda aquella enfermera que sigue mirando a las nubes pese a sentencias como ésta, solo me queda una cosa por decirle, parafraseando al personaje de "El Fariseo" de José Mota, que aún no siendo (o no queriendo ser responsable) QUE SEPAS QUE SER ERES (responsable de todo lo que pasa por tus manos).

Por ese motivo, y siguiendo el espíritu de #TheCofiaDay, si voy a ser responsable, quiero serlo "por derecho". Quiero poder prescribir, indicar, dudar y contradecir las prescripciones/indicaciones de terceros en ejercicio de mi responsabilidad profesional y quiero poder hacerlo con sustento legal, no a base de hechos consumados y de confrontación.

La prescripción enfermera debe ser una realidad a la de ya. Es nuestra responsabilidad asumir esa responsabilidad.



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