martes, 15 de octubre de 2013

Y qué quieres que yo haga...

Imagen de JtoroSantiago en Instagram

Hace unos días conocimos, gracias a un enlace en twitter, un blog sobre gestión en enfermería publicado por Leticia San Martin Rodriguez, una joven enfermera navarra con un curriculum envidiable (solo hay que echar un vistazo a sus publicaciones) y que ya considero un #imprescindible.

Su última entrada es especialmente interesante ya que plantea varias preguntas que todos aquellos que leemos con fruición sobre enfermería y gestión, nos hemos planteado alguna vez.

La que da título al post ¿Está la gestión de enfermería a la altura? me hizo acordarme de un artículo de 2005 (qué lejos queda ya) titulado "De gestoras de recursos a gestoras de cuidados: opiniones y expectativas de las supervisoras sobre su nuevo rol profesional" realizado por Joan Carles March basado en un trabajo de investigación y que concluía que el rol de las supervisoras estaba cambiando de un rol de gestoras de recursos a un rol de gestoras de cuidados.

Cuando lo leí entonces me sonó a música celestial. Pensar que los cargos intermedios dejarían de estar embarrados en cuadrantes, pedidos y excusas para no conceder los permisos me pareció un salto cualitativo en ese rol enfermero.

Pero tras casi 10 años de aquel artículo, un experto universitario, un máster en gestión y un trabajo fin de master sobre liderazgo enfermero, tengo que decir que aquella música celestial no ha llegado a concretarse en nada o, mejor dicho, se ha concretado precisamente en la nada. A fecha de hoy no tenemos ni gestores de cuidados ni gestores de recursos, sino un grupo heterogéneo de profesionales, algunos my buenos y otros muy mediocres, atenazados, como en 2005, por cuadrantes (más ahora con contratos al 75%), pedidos (cuando los hacen y si los hacen bien) y excusas, ya no solo por los permisos sino para cubrir su incompetencia (el que es incompetente).

Mucho le queda a la enfermería española para completar ese cambio de ciclo aventurado en el artículo de Joan Carles y que, de alguna manera, cuenta Leticia en su post.

Tristemente, la mayoría de las veces la realidad es muy testaruda y se impone a nuestras teorizaciones, nuestras pretensiones y nuestros anhelos.
No se puede pensar otra cosa si cuando vas al estante a buscar un producto básico para el cuidado de las úlceras por presión, no hay; vas a buscar un paracetamol oral en una planta de medicina interna y no hay, o a buscar una aguja para cargar medicación y tampoco hay, y tu supervisora lo único que sabe es contestar con un lacónico "y qué quieres que yo haga?"

Por eso, la única conclusión posible es que algo se ha hecho y aún estamos haciendo mal (todos somos responsables de una manera o de otra).

viernes, 4 de octubre de 2013

Hackin´ the system!!


Este post debería haber sido publicado en mayo cuando el blog cumplía 3 años de vida (que se dice pronto) pero por una cosa o por otra, se pasaron las semanas y terminó oxidado en un rinconcito. Afortunadamente existe una cosa que se llama borrador...

La otra noche al escuchar al genial Julio Mayol en el primer Teku del nuevo curso, no se porqué pero me acordé de él. A veces me parece mentira lo lejos kilométrica y académicamente que estamos de Julio y lo cerca que estamos en otras muchas cosas.

La cuestión es que, como bien decía Julio y como decíamos en el borrador de este post, en este periodo hemos hecho casi de todo. Hemos sido evangelistas y evangelizadores, hemos sido promotores de cosas y co-participes de muchas otras, hemos divulgado y hemos propuesto ideas, hemos sido generadores de debates y hemos creado iniciativas, nos hemos quejado (lo hemos hecho mucho) y hemos criticado (lo hemos hecho todavía más). 

Sin embargo, a parte de haber hecho muchos y muy buenos amigos y haber aumentado los enemigos (si por nuestra elocuencia teníamos pocos ^_^), en lo cotidiano, en nuestra empresa, en nuestra organización, hay que reconocer que el impacto real de todo esto ha sido mínimo.

Es cierto que este periodo nos ha permitido crecer personal y profesionalmente (algo muy gratificante y que te sirve para viajar mucho), pero lo único que ha conseguido es que ahora tengamos más hambre de cambios que antes.

Ya no nos consuela ser early adopters, ni tener la espalda llena de flechas, ni siquiera remover conciencias. Ya no nos llena el postureo 2.0.

Queremos más. Creemos que ha llegado el momento de recoger resultados. Ya hemos evangelizado lo bastante como para intentarlo. Hay suficiente masa crítica como pasar del discurso grandilocuente a la acción. Cada uno en su ámbito, cada uno dentro de sus posibilidades, pero acción al fin y al cabo.

Ya lo están haciendo en otros ámbitos. Las propuestas de Cesar Calderón para cambiar la forma de entender la política o el "Compromiso del Innovador Público" (como no iba a estar Alberto Zarate III detrás) van en esa línea.

Pero en salud llevamos algo de ventaja que tenemos que aprovechar. Julio es un ejemplo claro de que se puede pasar a la acción y recoger resultados (aunque sean pocos) que sirvan para cambiar las cosas (aunque sean pocas). Los fisios, su FSR y su Fight Club son otro buen ejemplo. Lo que está haciendo Manolo Bayona en Granada es otro ejemplo de que queriendo y estando en el sitio adecuado, se pueden tener resultados.

Lo mismo es cuestión de actualizar, remozar y relanzar el Manifiesto Abla 2010 y convertirlo en nuestro propio compromiso.

La cuestión es que ya no me basta con ser troyano, ahora quiero HACKEAR EL SISTEMA (desde dentro)!!



PD: Disculpad por el montón de enlaces. La entrada original era un resumen de las entradas más visitadas y a las que más cariño tenemos de estos 3 años.

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