miércoles, 9 de septiembre de 2015

La Teoria del Mojón



Hay dos cosas que suelo utilizar frecuentemente en la educación de mis hijos. Una es el refrán "antes de cura fui monaguillo" y la otra es La Teoría del Mojón (mi mujer prefiere que la llame Teoría del Mico pero viene a ser lo mismo)

Y ¿qué es la Teoría del Mojón? os preguntareís... (o no)

Es una teoría que he ido fabricando a lo largo de mi experiencia como hijo, hermano mayor, jovenzuelo y padre y que repito a mis hijos cada vez que la cosa se tensa.

¿Por qué os la cuento? Fundamentalmente porque este es mi blog y publico lo que quiero, aunque también porque soy un tio altruista que ha leído el Manifiesto Cluetrain que no quiere hacerse rico como el Doctor Estivil.

¿En qué consiste la Teoría del Mojón? Es fácil... son 5 axiomas que se encadenan y que explican muchas de las presentes y futuras frustraciones. Una forma de dar sentido a la vida desde la niñez hasta la procelosa adolescencia.


¿Y qué tiene que ver la Teoría del Mojón con la gestión sanitaria? Os volveréis a preguntar...

Pues es verdad que en principio nada y que esto no es más que una parida más que le cuento a mis hijos.

Pero en ocasiones, todo hacer pensar que tiene que ver y mucho. 

Y es que en la mayoría de las ocasiones, la primera vez que un profesional entra en un centro sanitario (sea un hospital o un centro de salud) se siente como un mojón. Y se da cuenta que siendo un mojón no manda nada. Y quiere crecer académica y profesionalmente. Muchos saben que son un mojón y aspiran a cambiar las cosas, a dejar de ser ese mojón aunque sea para convertirse en otro.

Pero hay otros que crecen sin ser conscientes de ello. Que incluso llegan a ser neurocirujanos. Puede darse el caso que lleguen a ser Jefes de Neurocirugia de un hospital regional. Incluso, llevándolo al extremo, puede que lleguen a tener una columna de opinión en el Periodico Digital de Albacete. Pero la realidad es que, al final, no han dejado de ser un mojón (mu´grande)

En fin...

PD1:
Esta entrada va dedicada a Fernando Campaña, al que le prometí que algún día publicaría una entrada explicando esta disparatada teoría, y a todas las enfermeras (y no enfermeras) que han pensado alguna barbaridad al leer la columna del señor Vicente Calatayud Pérez en referencia al nombramiento de un enfermero como Director Provincial de Sanidad de Ciudad Real.

PD2: Amigasho Manyez, al final no he podido resistirme.


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martes, 8 de septiembre de 2015

Cuando el Zorro cuida de las Gallinas


Sin duda, este verano ha sido el verano de la gestión en la blogosfera sanitaria.

A las habituales entradas en el blog de Iñaki, en el blog de Manyez, en el blog de Sergio Minué o en el de Gestión Clínica Varela, este verano se han añadido nuevos blogs de gestión sanitaria como el blog de Albert Cortés, las 7 fantásticas entrevistas sobre liderazgo informal en el blog de Gestión de Enfermería (aquí puedes leer el epílogo con enlace a todas las entradas) o las entrevistas de Moni Ventoso en la que pide a algunos bloggers (entre los que me incluyo) que nos mojemos este verano contestando a sus preguntas.  

Pero como hemos dicho en más de una ocasión, la realidad suele superar a la ficción y por mucho que hablemos y teoricemos, la realidad de cada centro está, tristemente, lejos de muchas de las cosas que cuentan en todas estas entradas.

Como en una película de Berlanga o de los inigualables Monty Pitton, lo cierto es que la mayoría de nuestros directivos (líderes??) son justo lo contrario de lo que pensamos que deberían ser y suelen carecer de muchas de las habilidades que, según @humannova, debería tener cualquier directivo.




Por eso, a los que defendemos la profesionalización de la gestión, la gestión y evaluación por objetivos y proyectos, la ética hacker en las organizaciones de Jose Luis, liderar con "H-alma" de Joan Carles, la gestión con emoción de Zulema o la Humanización de Rosa Mª Nieto, nos llaman outsiders cuando no locos, sindicalistas o revolucionarios.

Lo curioso del caso es que no nos desagrada que nos incluyan en este grupo. No saben hasta que punto nos encanta ser parte de este creciente grupo. Seguiremos siendo troyanos en nuestras organizaciones, tratando de cambiar el sistema desde dentro, cada cuál con su sensibilidad, cada cuál con sus principios, pero siendo divergentes.

Mientras tanto, nuestros referentes (o los que deberían serlo) seguirán viviendo en un mundo cainita de conmigo o contra mi, actuando como zorros cuidando las gallinas.




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