martes, 7 de febrero de 2017

un juguete roto


Estos días leíamos este excelente post del amigo Mañez en el que comentaba cuánto de política y de presión ciudadana tienen las decisiones de inversión sanitaria y que poco de evidencia científica. Casi a la vez que manteniamos una interesante conversación en Twitter con Javier Padilla en torno a este tuit, el gran Sergio Minué publicaba otro post, de lectura obligada, sobre el mismo tema.

Aunque no vamos a llegar al nivel de las entradas de estos dos maestros, nos hemos propuesto contar una historia...

Érase una vez un viejo hospital comarcal que está a solo 25 kilómetros de otro. Que como  tiene más de 45 años, en el año 2004 se prometió la construcción de uno nuevo. En el año 2005 se proyectó el nuevo, se se puso la primera piedra en 2009, se construyó hasta 2015 (con un patrón en la obra de 2 años) y se entregó finalmente en el verano de 2016.

Los 11 años que hay entre el proyecto inicial y la entrega ha hecho que el edificio no sea exactamente lo que esperábamos. Pero el flamante nuevo hospital de La Línea es un edificio muy bien construido, muy bien estructurado y con muchísimas posibilidades.

Pero ahora que estamos yendo a visitarlo para ir preparándonos para el traslado, nos  hemos dado cuenta de que no tiene UCI (siendo honestos nos dimos cuenta cuando vimos los planos).

La cuestión es ¿pero hace falta la UCI?

Cuándo decimos esto nos referimos a si de verdad hace falta un espacio físico independiente, separado del resto, con despachos independientes, almacenes independientes y gran cartel en la puerta que ponga "Unidad de Cuidados Intensivos".

La respuesta de cualquiera sería "Pues claro. Cómo no va a haber UCI?"

El hospital eso no lo tiene, pero tiene una zona llamada "polivalente" muy bien equipada con más de 30 puestos y que podría atender perfectamente a los pacientes que tradicionalmente atiende una UCI (lo que se llama "la cartera de servicios" de la UCI).

Por eso nosotros nos pusimos a indagar, a preguntar a amigos, a expertos, a intensivistas porque nos parecía raro que el proyectista hubiera olvidado construir la UCI.

Nos sorprendimos cuando Miguel Garvi nos contó que en Extremadura solo 4 hospitales (de 11) tiene una UCI como tal y funcionan con Unidades de Cuidados Intermedios y traslados en UCI Móvil aunque esta no sea una muy buena opción.

Nos sorprendimos al saber que algunos de los nuevos hospitales de Cataluña, como el de Trueta, también tienen una Unidad Polivalente como la nuestra a la que llaman Unidad de Alta Intensidad de Cuidados

Nos sorprendimos al saber que el Complejo Universitario de Navarra tiene una zona, que si llaman UCI, que es exactamente igual, por las fotos, que nuestra Unidad Polivalente.

Y, sobre todo, nos sorprendimos al leer que los propios intensivistas, en este documento de consenso del Grupo de Trabajo de Mejora de la Calidad de la Sociedad Europea de Cuidados Intensivos, describen la posibilidad de que exista un espacio mixto y compartido  para pacientes postquirúrgicos y con necesidades de cuidados intensivos al que también llaman de Alta Intensidad de Cuidados.

Y aquí es donde nos preguntamos de nuevo ¿Hay que construir una UCI? ¿Nos tenemos que gastar un pastizal del erario público en hacer una UCI (el hospital ha costado más de 50 M de euros)? ¿Podriamos utilizar el coste de hacerla de cero (o rehacerla demoliendo algún espacio en un hospital sin estrenar) para hacer otras cosas que el nuevo hospital tampoco tiene y que seguro nos harán falta para atender a la población en los próximos años (tendiendo en cuenta la cronicidad y las tendencias sociodemográficas) o incluso para hacer un nuevo centro de atención primaria?

Si la respuesta dependiera de nosotros, lo tendríamos claro. Elegiríamos la segunda opción sabiendo que ello implicaría hacer un gran trabajo de explicación y de trasparencia. De hablar con la población, con los representantes políticos y sindicales. De explicárselo muy bien a los profesionales. Obviamente no existiría una UCI como tal, pero los pacientes serían atendidos de la mejor manera posible.

Pero afortunadamente la respuesta no depende de nosotros... así que no sabemos si los que tienen que decidir utilizarán la evidencia o no.

Ya os contaremos como acaba la historia de este juguete roto.

Mientras podeis decirnos que haríais vosotros si tuvierais la capacidad de decidir.



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